La compañía La Monarca nos tiene acostumbradxs a obras de teatro con profundidad, gran trabajo físico y técnicas estudiadas de teatro más clásico, sumado a una dramaturgia que invita a pensar y reflexionar sobre lo que nos sucede mientras vemos la obra de teatro.

En este caso la obra hizo un recorrido por aquellos valores que podemos poner en cuestionamiento respecto de lo que nos enseñaron que estaba bien… y en lo que nos transformó la sociedad de consumo.

“Pecados Capitales. Un viaje hacia las profundidades” en su segunda función a sala llena se colmó de expectativas. Es evidente que es una obra que convoca y que el público esperaba ver.

Empieza con un funeral de un miembro de la familia, al cual asisten muchxs parientes y pone sobre la mesa la situación que dejó el difunto. Cómo la Muerte expone las deudas y la falta de estabilidad económica que puede tener una familia.

Esta escena con tintes grotescos finaliza con la intromisión de la televisión, quien irrumpe dentro de la casa para “solucionar sus problemas”. Aparece un presentador que nos recuerda a aquellos showman de la tele de antes: sonrientes, amables y que harían cualquier cosa por el rating; quien atrapa a la familia en un juego macabro como el que siempre plantea la televisión, en el que gana quien sigue las reglas con sus morbos… y sus pecados.

Comienza entonces el viaje de dos de sus protagonistas por escenarios similares al Infierno de Dante, poblado de referencias que exigen prestar atención y tener mucha cultura general. A ver si con mi editora pudimos descifrar todas: “El jardín de las delicias” y “Pecados Capitales” de El Bosco; “La Divina Comedia” de Dante Alighieri; “Requiem por un sueño” de Darren Aronofsky; “La sociedad del espectáculo” de Guy Debord; “The Truman Show” de Peter Weir; “Cabaret” de Joe Masteroff (o su película de Bob Fosse); “1984” de George Orwell; “Los juegos del hambre” de Suzanne Collins; “Matilda” de Roald Dahl; “Antígona” de Sófocles; viñetas de Quino… en fin, la cultura EN general está ahí.

Agustín Díaz, el dramaturgo y director, quien creó esta obra basándose en un ballet homónimo de Bertolt Brecht, justifica todas estas referencias en un paseo que recorremos con la misma incredulidad que las protagonistas yendo de la comedia a la tragedia, del grotesco al drama y de la ficción a nuestra realidad, poniéndonos en el lugar tanto de quienes recorren ese mundo “cocolichezco” de la tv como de quienes esperan pasivamente por el nuevo contenido, por ese nuevo entretenimiento que les saque del afán cotidiano y que les dé nuevas alegrías en una vida vacía, superficial y anodina.

La televisión aplica sus reglas, nos invita a sumergirnos en su mundo, mediatizando la familia y los lazos que tenemos con nuestros seres queridos a cambio de dejar de lado nuestra intimidad para vivir en su absurdo del zapping sin un final concreto… salvo ganar.

Aquí se puso toda la carne al asador, con una obra inclasificable en su expresión única, que le rinde homenaje a la cultura, a la televisión de antes y al teatro como expresión que sabe hermanar al resto de las artes en el escenario.

Me quedo con una frase que el director dijo al finalizar la obra, referida al esfuerzo titánico que se hace con obras como esta (teniendo en cuenta que son veinte personas en escena, en teatro independiente y sin sala fija): “hacer cultura hoy es nuestra forma de hacer revolución”. Vayan a verla cuando vuelva en Febrero, y más de una vez, porque seguro que algo les quedó dando vueltas en la cabeza.

Ficha técnica:

Dramaturgia y Dirección General: Agustín Díaz

Dirección Coreográfica: Paloma Puliti.

Actuaciones Protagónicas:  Clarita Furlán de Paz; Giuliana Mattiazzo; David Laguna; Diana Wol; Celeste Alvarez; Gabriel Vazquez; Celeste Calderón

Ensamble Físico: Alfonsina Alfaro; Camila Jardel; David Rivera; Keko Barrios; Leandro Recabarren; Magalí Aguilera; Nahuel Arce; Sofía Persia; Sol Choren; Victoria Bernal

Actriz Cover: Julia Antoniocci

Actriz de Voz: Paloma Puliti

Diseño de Vestuario: Violeta  Elia Moyano

Utilería: Violeta Elia Moyano

Diseño de Animación Digital: Abel Guevara

Edición y Grabación de Voz: Joaquin Lopez

Fotografía y Diseño Gráfico: Maribel Fernandez

Producción General: Compañía La Monarca