Qué difícil es hacer una crítica de una obra con tanta mística y tan galardonada.
Si lo vemos superficialmente nos encontramos con un western futurista mendocino, un mundo distópico cuyano del año 2057 en el cual tenemos un grupo de personas que busca una revolución anti-vendimial y por el otro, un grupo de Poder que busca conservar todo como siempre se ha conocido. Pero eso es sólo la excusa para contar la historia porque el resto es lo que hace de esta obra tan particular y sobresaliente.
Ahora, si queremos ahondar un poco más, ser puntillosxs con lo que se nos presenta, podemos ver homenajes al cine y una crítica a la sociedad mendocina y su hipocresía. En cuanto al cine cada personaje refleja, justamente, un laurel hacia una película o intérprete famosx: Mad Max, Uma Thurman, Tarantino, Clint Eastwood, Frankenstein, C3PO, María Antonietta, Amadeus, Beetlejuice, Luis Buñuel…y esos son los que se me ocurrieron en el momento de escribir esto.
Desde el lado del juicio hacia la cuyanidad, cuentan un secreto a voces que es la dicotomía que genera la Fiesta de la Vendimia en la sociedad mendocina, sin entrar en detalles pero diciéndonos que el debate está bastante abierto y latente.
El lenguaje, por otra parte, juega con una forma de hablar muy de acá y se burla con mucha altura de la forma de expresión oral contemporánea, siendo que esta obra 32 años en el futuro se ríe del nosotrxs de hoy.
Es una obra que funciona porque cada una de sus partes hace su mejor trabajo como lo tiene que hacer, resaltando sus particularidades sin opacar a nadie y luciéndose en lo que mejor saben hacer, en un ensamble artístico que podría recordarnos a bandas como Queen o Sumo, las cuales suenan de manera magistral pero en la que cada artista brilla por luz propia. Y no es un detalle menor siendo que la obra ahora “camina sola”, luego de que su autor y director se fuera de gira al más allá. En este caso, su última creación logró tener autonomía y está volando alto, habiendo sido elegida para representar a Mendoza en la Fiesta Nacional del Teatro, sumado a múltiples premios del XXV° Festival de Estrenos de Teatro: Mejor Obra; Mejor Texto Mendocino (Ariel Rozen); Premio Revelación (Aniela Herrera) y Mejor Actuación de Reparto (Mariela Locarno). No sé si está bien o mal dar premios al teatro y qué consecuencias tienen pero sí es cierto que en este caso están más que justificadas las distinciones por la calidad de la obra y por el trabajo que hay detrás.
Esta es una obra que genera risas reales, que vienen desde adentro. Que nos increpa sobre lo que somos pero a la vez delira y juega con todos los recursos que puede ofrecernos el arte teatral. Fantasea pero es concreta. Se desdibuja pero vuelve a su punto todo el tiempo. Se va de gira pero está presente. Está dirigida por Ariel desde el cielo de los actores pero a la vez es autónoma porque lxs intérpretes y la producción la siguen llevando adelante a fuerza de colectividad. Quizás no estemos “en posición de flashar utopías” pero sí de ver una obra de teatro de calidad para repensarnos como sociedad, haciendo ciencia entre la mugre y el polvo o teatro en la jungla de cemento.
El espectáculo formó parte de la primera edición del “EPA!: Encuentro de públicos y audiencias” que se desarrolló exitosamente entre el 10 y 13 de Abril con muchas obras para todos los públicos. Desde esta página se aplauden y agradecen estas iniciativas que engrandecen el teatro local.
Dirección y dramaturgia: Ariel Rozen
Actuación:
-Aniela Herrera
-Manuel García Migani
-Ismael Páez
-Elena Schnell
-Luis Domínguez
-Agustín Daguerre
-Mariela Locarno
-Eva Nardelli
-Karim Pabst
-Y la colaboración de Vera Jereb.
ᴅɪsᴇñᴏ ʟᴜᴍíɴɪᴄᴏ ʏ ᴛéᴄɴɪᴄᴀ: Camila Nuñez, Xeli Martín
ᴠᴇsᴛᴜᴀʀɪᴏ: Ayelén Bonelli
ᴇsᴄᴇɴᴏɢʀᴀғíᴀ: Atelier Livecof
Asistencia en la producción: Ariel Blasco
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