Select Page

“No soy una estrella ni voy a ser nunca”

Lágrimas y risas, Unipersonal del Flaco Suárez en el Teatro Leonardo Favio de Chacras

¿Cómo podríamos definir a un representante de tantos movimientos teatrales en una sola persona? “El Flaco” Suárez, uno de los grandes baluartes vivos de tantas épocas del teatro mendocino y nacional ha presentado esta obra más de 500 veces en toda Latinoamérica, tomando historias para armar una más amplia y modificándola, como un barco de Teseo de su propia crónica sobre los teatros donde se presentó.

También demuestra cuál es su ideología, su punto de partida y su cosmovisión: desde el barrio, con lxs de abajo, con la gente que pelea y resiste a lxs políticxs hipócritas que creen que pueden manejarnos. Desde este lugar se puede ver la conexión directa con el Teatro Comunitario, del cual tanto el Teatro Leonardo Favio como él pueden decir mucho.

El Teatro Comunitario maneja otras reglas. No es una empresa que busca un beneficio personal: es un ser colectivo que busca crecer en conjunto, con el empuje y la voluntad de lxs vecinxs: es parte latente del barrio donde se encuentra.

En el caso particular del Teatro Leonardo Favio es un ejemplo pujante de lo que el esfuerzo colectivo puede hacer. En su aniversario N°17 han presentado diversos talleres y obras de teatro de gran calibre, siendo uno de esos la presentación de este unipersonal, que a su vez representa parte de la historia mendocina, moviéndonos con nostalgia hacia los lugares que ya no existen en el Gran Mendoza y reflexionando sobre qué cambios se exteriorizan en la vidriera cotidiana, dándoles más lugares a lxs ricxs y menos a lxs pobrxs.

Desde el punto de vista personal, debo decir que como docente de teatro me toca enseñar qué es el teatro y diversas técnicas para ayudar a exteriorizar lo que le pasa a quienes se encuentran en mis grupos. En el caso tanto del Flaco Suarez como del Teatro Leonardo Favio el objetivo tiene otro alcance que también comparto: unir a las personas y documentar nuestros sentimientos en momentos particulares de la Historia; en la obra se puede escuchar sobre la Sala Experimental de Arte, el Grupo Arlequien, “El Aluvión” y “de Sol a Sol”. Grupos teatrales, personas, artistas comunitarios, calles repletas de arte, experimentaciones para dar un mensaje y quedar en la memoria colectiva, marcando las calles con las huellas del teatro popular.

Enfatiza en “el exilio como muerte” cuando le tocó retirarse momentáneamente por la última dictadura, lo cual lo llevó a enamorarse de sitios (y mujeres) de otros puntos de Latinoamérica para ir y volver, cual yo-yo (o mejor dicho nosotros-nosotros) actoral.

Así como también sus pasos por el Odin Teatre de Suecia, sus influencias de Peter Brook, Artaud, Ionesco y la mismísima villa que lo crió.

Tenemos en nuestro escenario todavía a una muestra activa de 85 años de lucha, de resistencia, de memoria. Un patrimonio cultural que vive y siente el escenario como vive y siente los barrios y cárceles donde va a hacer funciones por amor al arte y por amor a la humanidad. Disfrutemos mientras lo tenemos a NUESTRO ciudadano ilustre; al patrimonio de la humildad que muestra “El Flaco” Suárez en cada función: un atleta del corazón.

Escrito por Abel Lisman

Actor, Profesor Nacional de Teatro (COSATYC Andamio '90), asistente de escena del teatro de Andamio entre los años 2010 y 2012; colaborador en diversas obras teatrales de Buenos Aires y Mendoza; escritor de un libro sobre pedagogía ("Pedagogía Incendaria. La escuela tiene los días contados"). Crítico teatral de la revista "Palabras Macabras" (2018) y del Diario El Sol (2023).

0 Comments

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *