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Mi jardín es un desierto habitado de recuerdos

La luz en un grano de arroz – XXII Festival Internacional de Teatro por la Memoria

Resiliencia social: es la habilidad de una comunidad para mantenerse fuerte y unida frente a las dificultades, aprendiendo y adaptándose para un futuro mejor. A esto es lo que apunta el Juan Comotti, Diana Moyano y todo el equipo de la Enkosala Gladys Ravalle al organizar nuevamente, por vigésimo segundo año el Encuentro Internacional de Teatro por la Memoria. “A defender la casa” es la consigna este año y se siente en el aire la necesidad de salir para ponernos al frente de nuestro refugio, del lugar que habitamos, que protegemos y donde nos sentimos nosotrxs.

El teatro sirve como puente, como nexo artístico entre lo que pensamos y lo que necesitamos, exteriorizando lo que sentimos.

En la apertura, como siempre, se realizó la entrega de premios a la madrina y padrino de este año: Violeta Scotto y Ramiro Villalba, con la presencia, ya habitual, de otras figuras galardonadas en años anteriores. [¿Es idea mía o esta es la forma mendocina, ciertamente austera, de dar un premio a la trayectoria en el teatro local?] En su discurso, la actriz agradeció y sostuvo el esfuerzo que debemos mantener y considerar para que nuestro teatro siga en pie, mientras que el actor nos presentó una performance clownezca que nos reavivó una sonrisa entre tanto malestar. Neologismos y juegos escénicos para repensar en la verdad, memoria y “justvivia”.

No está de más decir que la escultura de este año fue un hornero con su casita, representación no sólo del animal nacional sino de un ave que simboliza la fuerza y vigilia de su casa, hecha con materiales sencillos y fortificada por el tiempo.

Luego de esto, nos deleitó con la canción homónima a la consigna de este año Julio Azzaroni, nuestro Silvio Rodríguez (si se me permite el paralelismo) y su guitarra a cuestas, que nos encantó con la emoción de quien pelea desde el arte y la palabra para convocarnos en épocas oscuras como la que atravesamos actualmente, en la que se discute la necesidad de seguir pensando en ese pasado que nos persigue en cada represión y discurso de odio.

Para comenzar con lo propiamente teatral, la primera obra que se presentó fue “La luz en un grano de arroz”, obra por demás intimista y reflexiva.

En este espectáculo se cuenta la historia de cómo vivía Claudia con su hija con parálisis cerebral y qué quería decir ella en la situación en la que se encontraba. Qué desafíos, qué alegrías y qué intentaba comunicar a su madre, mientras que ambas sufrían las miradas y comentarios acosadores por parte de vecinas, más parecidas a brujas maquiavélicas de cuentos infantiles que a verdaderos seres empáticos que podían colaborar con la familia. Un recorrido por mundos internos silenciados, excluídos, incluso al día de hoy.

Esta obra fue producto de una experiencia personal que le sucedió a Claudia Tauber, quien ideó la dramaturgia con la experiencia y poética de Arístides Vargas, siendo este el director. La parte actoral corrió a cargo de Valeria Rivas, Ruth Reinoso y la propia autora, quienes se mimetizaron en una variedad de personajes y situaciones para proyectarnos las vivencias que han tenido que vivir Claudia y su hija y que puso en escena como catarsis de un dolor incomprensible para quien no estuvo en su piel.

En la obra se pueden presenciar por igual el dolor, el respeto, la ternura, la añoranza, las imágenes que no están o que miramos pero no vemos. Una actriz, una madre, una ausencia, una obra, una historia que, para ella, al igual que las Madres y Abuelas, nunca terminará…

Cómo se conjugan un tema tabú para el teatro como es las personas con discapacidad, con un tema tabú para la sociedad como es la muerte de un hijo, permitiéndonos abrir canales de emociones que nos vedamos en la cotidianeidad. Como hablar de qué pasó con hijxs y nietxs desaparecidxs en la época más oscura que nos tocó vivir como argentinxs y que late con demasiada fuerza últimamente.

El Teatro Por La Memoria nos sacude, nos duele, nos expresa dolor y sufrimiento por las personas que hablan pero no se escuchan, que están pero no vemos en el día a día. Un Teatro Abierto que dice lo que nadie más puede.

Este festival como homenaje a quienes están, quienes resistimos y quienes queremos recordar. Quienes fuimos, quienes somos y quienes seremos.

Ficha técnica:

Dirección general y puesta en escena: Aristides Vargas
Dirección de actrices: Maria del Rosario Francés.
Actuacion: Valeria Rivas, Claudia Täuber y Ruth Reinoso.

Asistencia de dirección: Nuria Atencio
Diseño: Elena Vargas. 

Hasta el Domingo 30 de Marzo continuarán las obras de teatro y talleres a cargo de diversas personas experimentadas en la materia. Para mayor información: https://www.mendoza.gov.ar/prensa/llega-el-20-encuentro-internacional-de-teatro-por-la-memoria-2025-a-defender-la-casa/

Escrito por Abel Lisman

Actor, Profesor Nacional de Teatro (COSATYC Andamio '90), asistente de escena del teatro de Andamio entre los años 2010 y 2012; colaborador en diversas obras teatrales de Buenos Aires y Mendoza; escritor de un libro sobre pedagogía ("Pedagogía Incendaria. La escuela tiene los días contados"). Crítico teatral de la revista "Palabras Macabras" (2018) y del Diario El Sol (2023).

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