Son pocas las obras que se animan a salir de la cotidianeidad del teatro e incluir al público como personajes secundarios. Con un estilo que nos recuerda, salvando las distancias, un poco a la Fura dels Baus, un poco a la Organización Negra y a toda propuesta con lectura de Antonin Artaud, “Proyecto Aurora” juega con nosotrxs. Nos obliga a movernos por el espacio, a salirnos del eje al cual estamos acostumbradxs cuando vamos a ver una obra. En este caso más bien, acompañamos el proceso de una performance que nos envuelve en otra realidad.
En primer lugar, recibimos en nuestros celulares un video en el cual el doctor Ernesto Muscolini nos muestra su forma de trabajar con los pacientes de un centro psiquiátrico. No es fundamental, pero ya nos da una idea de qué es lo que venimos a ver presenciar.
El día de la función la obra comienza afuera del edificio, ya de entrada quitándonos de nuestra comodidad cuando vamos al teatro. Nos increpan los personajes que cuidan y trabajan en el lugar, nos preguntan qué hacemos ahí y nos introducen dentro del espacio escénico, el cual está ambientado y totalmente predispuesto. La tensión se hace presente cuando nos hablan de una de las pacientes, de las cuales se debe tener cuidado.
De a poco se nos van presentando lxs internxs de este centro y mostrando sus distintas personalidades. Hay momentos incómodos, inquietantes, en los cuales nos increpan personalmente o nos hacen sentir que no pertenecemos al lugar, lo cual funciona perfecto para introducirse en la historia.
No se nos deja tranquilxs un solo momento y nos van llevando, a veces literalmente, a descubrir de qué se trata lo que vinimos a ver. O mejor dicho, de lo que ya formamos parte.
Difícilmente pueda decir mucho más de la obra sin arruinar la experiencia, por lo que recomiendo que la vivan en persona.
Es una obra que se nota que tiene el estilo de artistas jóvenes, con ganas de experimentar y probar herramientas nuevas en favor del teatro, con elementos audiovisuales y electrónicos. Quizás eso les genere algunos errores en el timing o en la relación con el público, pero nada que entorpezca lo que nos sucede como espectadores. Realmente es una experiencia distinta de lo que se ve a menudo en el teatro mendocino.
Un espectáculo con sello propio, con ganas de comunicar un mensaje y una manera de entenderse con el público, haciendo que formes parte de lo que te quieren decir. No hay manera de permanecer indiferente con lo que sucede y con un apropiado uso de las herramientas tecnológicas para sentirnos parte de esta historia.
Un tipo de obra que termina planteándote tus decisiones, tu quehacer como persona y como artista. No se la pierdan.
Ficha técnica:
Intérpretes:
Ren Muscolini, Sol Di Paolo, Jere Heredia, Santiago Silva, Franco Ceballos, Lautaro Rivamar (El Riva), Bel Módica, Delfina Mascaró Ezquerro, Lula Ramos, Mariano Pérez.
Producción: Rosario Carniel
Música original: Celina Jury
Dirección General y Audiovisual: Sofía Rozza
Dirección General y Teatral: Santiago Silva
0 Comments