Las obras de La Rueda de los Deseos nos permiten esa sensación de inquietud incómoda de la vida diaria, con un relato teatral transformador y movilizante. Son una compañía distinta, un tercer eje entre el teatro independiente y el teatro callejero: un “teatro trashumante”, sin sala ni espacio específico. Alternan entre la adaptación al ambiente que les rodea y la metamorfosis del sentido del/la espectador/x. Un teatro versátil, que va investigando en sus formas, en sus lenguajes y sus mensajes, dejándole el trabajo más difícil al público, quien se ve obligadx a participar de una u otra manera de lo que pasa en el escenario.
En esta obra en particular nos encontramos con una atmósfera de guerrilla, de subversión. La “elección” del subsuelo del Le Parc como espacio no me parece casual y va acorde a la intimidad y el secretismo insurreccional que busca la obra. Los paneles del escenario están tapados de banderas con consignas como “estamos despiertxs”, “la belleza está en las calles” o, mi personal favorita, “estamos llamades a la resistencia”, entre otras. Nos reciben tres personajes acovachadxs, ensimismadxs unx con otrx, buscando que no se apague esa llama que todxs tenemos y que nos permite resistir a los avatares de la cotidianeidad que nos pegan con golpes que muchas veces no podemos manejar.
Existe en su relato una ligazón con toda lucha revolucionaria, todo aquello por lo que alguna persona luchó con todas sus fuerzas para beneficio colectivo, no para aprovechamiento personal. ¿Quién no dedicó horas y horas de su vida a debatir, a tomar mate, a armar fanzines por una causa? ¿Quién no siente las “banderas en tu corazón” que flamean colectivamente?
Reflexionar sobre nuestras acciones y palabras cotidianas (recordando que el verbo es acción en teatro), reaccionar ante la MENTIRA e involucrarnos en la lucha colectiva parecen ser el mensaje principal de la obra, aunque por suerte no termina ahí; no te da todo digerido, sino que te exige que completes el mensaje con tus propias experiencias y vivencias.
Se rompe la cuarta pared para compartir(nos) dentro de lo que está sucediendo, para no ser indiferentes a lo que sucede, para que a cada cual le resuene lo que siente desde su lugar y desde lo que puede comunicar a lxs demás. Una obra que incomoda, que provoca desde recursos bien brechtianos y algunos toques de teatro del absurdo, pero que a la vez, nos invita a participar. Se quita la máscara para vernos a los ojos y convidarnos de su simbolismo. Por eso hubo un debate luego de la obra, porque lo habían pedido al elenco y el grupo escuchó, siendo este el primer granito de arena para comenzar a transformar(nos) colectivamente. “Deberíamos ser miles luchando.” Y, como bien dijo Mercedes Sosa: “Lo que cambió ayer, tendrá que cambiar mañana.”
Ficha técnica:
SABADO 25 DE MAYO | 21hs. | ESPACIO LE PARC | SUBSUELO
Actrices: Federica Bonoldi, Daniela Moreno, Gabriela Psenda
Dramaturgia y dirección: Fabián Castellani
Asistente de dirección: Débora Candito
Fotos: Pao Alonso
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